JUANA MV
Después de leer “Paisajes y Lecturas”, y al ver la rica actividad literaria que se desarrolla en Cieza, me pregunto por qué este lugar se manifiesta tan tendente a este arte. Debe haber alguna razón. En Yecla, me sorprendía su gran ambiente pictórico, aunque allí se asumía una explicación: las destrezas desarrolladas en la industria del mueble, que se basada en el diseño y el dibujo, con todas sus herramientas, la detallada artesanía de los ebanistas, a menudo acababa en los pinceles.
Los paisajes que tan detallada y bellamente describe Pedro Diego Gil, son un amoroso recorrido por la naturaleza ciezana, en la que se mimetiza como un elemento más. En un momento en que un cuestionable amor a la patria se limita a palabras y gestos huecos, no he podido evitar ver en “Paisajes” una forma sublime y genuina de mostrar ese amor a la propia tierra, al lugar que nos vio crecer y con el que se crean respetuosos vínculos de ida y vuelta.
Pedro Diego deja constancia de cada rincón, abre caminos y deseos a otras personas para que puedan conocerlos, recorrerlos y amarlos. Son protagonistas también los sonidos, el silencio, los aromas, los colores… Los parajes tienen vida propia, nos dicen lo que fueron y sus carencias actuales. Como hablan también esas casas abandonadas que nos encontramos en los campos. Casas que son mucho más que esas paredes rotas y tejados caídos, porque en ellas permanece algo de la vida que en su momento acogieron.
Después de este completo paseo por los “Paisajes”, llega el momento del recogimiento con la “Lecturas”, de Jesús A. Salmerón. Pero este interior está lleno de luz. Ha sido un placer leer sus relatos y notas, en las que se vislumbra un ser humano original, comprometido y combativo, lleno de sensibilidad y amor por la literatura, que inundó su vida, llevándolo también a la creación literaria.
Cada página es una interesante lección cuando habla de libros y escritores, cuya fascinación es capaz de contagiarnos. Nos acerca sus recuerdos de ensoñación con el cine y también toma partido en temas sensibles. Su amena erudición ha sido productiva: entre otras cosas me ha despertado el interés por algunos autores de su devoción, como es el caso de Montaigne. Todos los escritos están extraídos de publicaciones literarias que él inició y que forman parte de la interesante actividad literaria que tiene lugar en Cieza. Quizás en personas como Jesús Salmerón, con su entusiasmo e iniciativas, encontramos la respuesta a esa presencia de la literatura en Cieza.
© Juana Martínez Vázquez
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